Desde los tiempos fue la lluvia,
cuando los aguaceros terribles cayeron
de la paz insomne y la armonía muda.
Todo quedó en calma y sangre
y así como en pantano negro
sonaron palabras vanas
sin amor y sin lamentos,
sólo las gotas se oyeron.
Naufragaron los pensamientos
desgastados por las veredas del llanto
cuando yo vendía mi alma
por olvidar el agua caer y caer
contra el suelo y frente al hielo.
Las sombras blancas del miedo
que jamás abonaran desiertos
segadas fueron cayendo
y nadie -ni siquiera yo-
las recogía para mi consuelo.
Desde antes de los tiempos fue la lluvia,
noviembre la trajo siempre a mi lecho,
y en los atardeceres que son noche
y mares entre recuerdos,
regresa el desamor y los sosiegos
que ya no duelen porque están quietos.
¿Adónde se fue el amor y su destierro?
Noviembre se llevó el dolor
y el amor que inundó mis horas
desde antes de los tiempos.
Llovía y llovía.
Sin yo saberlo.
Cuando la vida se mira de frente, se escucha y sueña con flor amarilla. Cuando el color es un recuerdo y el verso una esperanza, ¿dónde queda el Poema? ¿Dónde la imagen que nos trae la Palabra? Porque todos los sueños tienen su lugar, existe el Arte.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Desde los tiempos fue la lluvia, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz
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