miércoles, 27 de mayo de 2009

Alegría, tesoro de la vida, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


Hay una alegría que emana
una alegría que sobrevive
a cuanto nos hiera la desdicha,
una alegría por encima
por debajo, al frente, a las huellas,
una alegría más allá de las fronteras
de llantos, hambres, desamores, penas,
una alegría con la que se nace
al compás del llanto y la sangre,
una alegría que nos envuelve
por cada lágrima vertida.

Es la sal y el azúcar,
tu lecho y el oxígeno,
es el agua y la blanca harina,
esa alegría que ahuyenta
fantasmas y cobardías,
esa alegría alhajas de envidias
que no se heredan
y es imposible obtenerlas,
esa alegría es la propiedad privada
inmensamente más rica
que todo cuanto abarque tu vista.

Esa alegría es la madre de la vida,
esa alegría,
protégela de mentiras,
esa alegría...

De la obra de la autora, "Reverso calamitas".

viernes, 22 de mayo de 2009

Qué quedó de mí en las plazas, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


La tristeza me formó estatua de piedra,
estatua en las plazas,
estatua en las calles,
estatua esculpida a golpes,
estatua que se sabe humana.

Qué quedó de mí en las plazas,
cuando las palomas echan suspiros
de su alegría de mañana
sobre mi cuerpo de estatua,
y las veo volar con mis ojos de piedra
y se alejan bajo la lluvia lenta.

Adónde irán tan veloces
las nuevas palomas
dejándome sus plumas rotas,
en qué lugar las esperan
maíz soleado, trigales, yerbas
y sembrados verdes y tiernos.

Como estatua las espero
en las plazas y en las calles,
para darles sus plumas rotas
y ellas me cuentan qué sienten
tras las puertas de las piedras.

Luego, en la tarde,
me voy a casa a paso de estatua,
para dormirme siendo humana
entre mis plumas solitarias.


De la obra de la autora, "Reverso calamitas”.

sábado, 16 de mayo de 2009

Es mediodía de un sábado, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz





A ti vengo, lugar de antaño,
donde no cantaba nadie
antes de tus ojos tristes
en los mediodías de los sábados.
Soñé en tus ardientes rocas salpicadas,
imaginé lobos de cartón y sombras
mientras tú decías escucharlos.

Qué sencilla vida las nubes pasar
sobre dos rostros más que solos.

Es tan difícil localizar
la farsa o la verdad de la emoción
que nos rescata de una pared
bendiciendo la soledad fatal.

Nadie en el mundo sabe
qué brisa repasa un recuerdo,
vagó el pensamiento amarrado
a tu voz verde campo y almendros.

Caminé seguramente tan cercana
de la risa más primaria
de tus manos más cálidas
acariciando el aire travieso.

Es mediodía de un sábado,
gotas del desierto a tu puerta llamaron
y tú abriste la sierra y las candelas azules.

Y descanse en paz el ayer,
que esta muerte tuya y mía
la lloraron en noches de viento y papel
los relámpagos de un buen mayo.

Poema de la autora, inspirado en la fotografía de Rafael Cruz,

titulada "Sábado a mediodía".

martes, 12 de mayo de 2009

Y Dios queda callado, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz

Sobre Dios se escribe en todas partes.
En el aire en la arena en el pan
en la hierba los volcanes en las escamas,
se escribe en teclas en vocales números sentencias,
a Dios se ve en todas partes.

En las paredes en las rocas
en los cielos de los barrios pobres
chimeneas ardientes en estufas
en las cocinas en las mesas,
con champagne jugo agua
menús carta lentejas secas.

Siempre se sienta y escucha
a fieles ateos tristes alegres,
predicadores avaros mendigos,
en las cunas chamizos camastros
lienzos retales mantas,

Dios defiende callando
profecías mentiras verdades quimeras,

Dios es el lema el pensamiento la bandera
de partos suicidios epidemias atletas,

nadie está a salvo de saberse por debajo

y Dios queda callado se responde en otro
que nos recuerda la muerte para asustarnos.

Dios está sobre la idea la fe canalla el pregonero
el filósofo de calle el necio la santidad el blasfemo.

Olvidamos sin embargo
que está entre los vivos jugándose la vida
sujetándose a sí mismo en el alambre
de una palabra sin espacio o tiempo.


De la obra de la autora, "Reverso calamitas”.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Libertad y esencia, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


A los poetas...

Cantaba el preso
y los libres envidiaban
su alegría.
Las rejas no las veía,
sólo la risa de sus adentros.
Los libres talan su cántico.
Y el preso sigue cantando...,
y los libres encarcelados.


De la obra de la autora, "Arma de pluma".