sábado, 16 de mayo de 2009

Es mediodía de un sábado, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz





A ti vengo, lugar de antaño,
donde no cantaba nadie
antes de tus ojos tristes
en los mediodías de los sábados.
Soñé en tus ardientes rocas salpicadas,
imaginé lobos de cartón y sombras
mientras tú decías escucharlos.

Qué sencilla vida las nubes pasar
sobre dos rostros más que solos.

Es tan difícil localizar
la farsa o la verdad de la emoción
que nos rescata de una pared
bendiciendo la soledad fatal.

Nadie en el mundo sabe
qué brisa repasa un recuerdo,
vagó el pensamiento amarrado
a tu voz verde campo y almendros.

Caminé seguramente tan cercana
de la risa más primaria
de tus manos más cálidas
acariciando el aire travieso.

Es mediodía de un sábado,
gotas del desierto a tu puerta llamaron
y tú abriste la sierra y las candelas azules.

Y descanse en paz el ayer,
que esta muerte tuya y mía
la lloraron en noches de viento y papel
los relámpagos de un buen mayo.

Poema de la autora, inspirado en la fotografía de Rafael Cruz,

titulada "Sábado a mediodía".

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