jueves, 30 de abril de 2009

Formados para la horma del Trabajo, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


Estamos formados para ti Mundo, mundo que no avanza sin mujeres y sin hombres en la marcha, fuerza, sudor, respirar obrero, Mundo que nos aprietas duro en las bocas de los niños moribundos o en la vejez y el desamparo. Estamos formados para ti Mundo, moldeados para el dolor del salario, los pies la mente ausente y los párpados formados para la horma del Trabajo.
Formados para ti Mundo, esclavos en tus grandes manos y utilizando las nuestras aseveras el progreso es mutuo y te agregas.
Estamos formados para ti Mundo que en tu codicia nos exprimes igual que productos que uses contra el suelo destrozados en cadena y día con día todo es esfuerzo y arterias.
Mundo del Trabajo, mundo del cansancio mundo... En la tierra por el mar cosechando el mínimo futuro propio y a los grandes sustentando sus barreras desiguales, Mundo...
Mundo que aquí nos tienes obreros y obreras, clamando herencia en dignidad y materia, en tus horas eternas con los cuerpos descubiertos te entregamos hasta las ideas, y tú acallando penas robas derechos bendices que suframos para reventar tus cuentas.
Pero aquí estamos, sin embargo, Mundo, aquí estamos una a uno.


Uno de Mayo, Día Internacional del Trabajo.

sábado, 25 de abril de 2009

Flor amarilla o ramo de celindas, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz

Esta noche vino en sueños mi hermano,
-me había dormido una noche más leyendo versos huyendo del frío de enero-.
Lo vi llegar sonriente, su figura alta sus pocos años jóvenes, ese cabello ligero claro y fino
y sus ojos alegres como de niño.

Estaba yo sentada sobre la arena
de un lugar solo y desconocido,
y en vez de alegrarme de verlo,
lloré, en esos silencios extraños,
porque sabía que estaba muerto.

Traía en sus manos una flor amarilla
parecida su forma a un ramo de celindas.

La ha dejado sobre la arena,
callado me ha mirado
yo lo he mirado callada,
y sin hablarnos he sabido
a qué ha venido a verme,
-en sus ojos he visto sus palabras
en mis ojos ha sabido que lo escuchaba-,
sé feliz sonríe siempre alegre
pues vendrá alguien a verte,
alguien que amas y no te niegues.

Con la flor amarilla
parecida su forma a un ramo de celindas
me ha dejado sola en la arena
la arena de la noche negra.

Luego al despertarme he pensado
que hay veces, tantas veces,
que creyendo estar solos
alguien que amamos aparece
sin buscarlo sea enero o septiembre
y nos trae noticias de sí mismo.

Estemos en la arena o en el pasado
que dejamos dormido,
ellos vienen a por nosotros
con las ilusiones que nos protegen
de las playas solas, de las noches frías
de los silencios profundos.

Y el amor colma el corazón
y ya nada nos asusta como antes.


De la obra de la autora, "Reverso calamitas".