No supe hasta adulta
que el desespero del hambre
sea sinónimo de robar.
Cuando los noticieros
muestran la desnudez de la pobreza
y persiguen pobres y más pobres
que no tienen sino viento y humo
que llevarse a la boca,
y nos dicen esos saqueadores,
esos saqueadores,
miradlos bien,
saqueadores...
Yo veo que en el mundo
las palabras pierden sus sentidos,
y pobre y ladrón se confunden
en la boca de cualquiera.
Que quitar los techos y los derechos
de los desnudos
es invertir y prosperar,
eso nos dice quien sea,
pero conservar duramente
el instinto de supervivencia
es delito nos inyectan.
Esos saqueadores
que huyen con sus pobres panes
y sus pocos peces,
o esos saqueadores
que nunca tienen suficiente.
No supe hasta adulta
que vendrían tiempos
donde las palabras
estén perdidas
en las ideas de don Nadies.