En Singapur,
el número mágico
es el Cero.
La boca de los besos,
los nacimientos de afecto,
los proyectos de muerte
y las lunas llenas siempre
entre nubes como vientres...
Los valores de vida
en círculo pasean
a pleno corazón redondo,
y el lenguaje está dominado
por la letra O,
vocal que impida combinar
Odio,
Orgasmo,
Otoño,
Obligación...
Todo es Cero,
y en Cero se piensa
en todos los destinos
desde el presente.
Los que habitan en el Cero
aceptan esta autoridad.
Meditan sus vidas
ante una calculadora,
y se sienten tan libres
que no necesitan valorar
el precio de su libertad,
porque éste
siempre es = 0.
Del libro de la autora, “Días en Singapur”.
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