sábado, 11 de diciembre de 2010

El día de todas las horas, fotografía de Rafael Cruz y poema de Marta Antonia Sampedro

Otra vez la Navidad dicen los grandes almacenes

es un poco aburrido

pero digamos que va pasando en vuelo el año

y cierto es que en sus picos llevaban las horas

las aves de cada día

y en sus frentes de luces

el sudor obrero los tranvías

mientras otros muchos pensamos

para el arte de dar trabajo al sentido común

tan fuera de pasarela,

ya nada empaña mi paz

nazca quien nazca eso Jesús lo comprendería

-en realidad los dioses tienen menos soberbia

que los mortales que rezan

que Dios los mantenga-,

me preocupa la crisis pues poeta obrera soy

pero observo que los ricos no se inmutan

de modo que alguna vez caerán en la cuenta razonable

de que son ricos porque otros muchos somos pobres,

no nos dejarán convertidos en mendigos

porque una cosa es ser pobre no productivo

y otra estar harto y rebelde,

el peligro que para ellos conlleva

que no haya explotación obrera,

creo recordar que Jesús nació en un establo,

de momento algunos pobres nacen en hospitales

pero otros muchos en las calles,

unos son hijos de obreros, otros hijos de las compraventas,

hijos e hijas de generaciones que tendrán memoria,

en sus escaparates de consumo y colores

este mundo torna las legumbres en lentejuelas

mientras la crisis aprieta

y nos obligan a celebrar

que alguien –o unos pocos, cuya señal es Dinero-

se llevó los caudales ajenos trabajados

o que todos pueden cambiar

cuando olvidamos que nos llenaban de basura

el buzón y las ilusiones

donde nuestro nombre a tinta escribimos

y sabemos que sólo sus estrategias son nuevas,

los reyes magos de este año

seguramente no nos dejen regalos inservibles

a monárquicos y republicanos,

pero de todos modos la conciencia obrera

nos mantenga la dignidad para seguir adelante

y una sonrisa nos acompañe siempre

para alimentarla de esperanza y pensamiento

el día de todas las horas.

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