Tú eres un olivo y yo un almendro.
Diciembre y te apalean.
Julio y me quemo.
Alguna vez, amor,
el cambio climático permita
que tus ramas doloridas
y mis hojas mortecinas,
se encuentren en las olas
que aún no tienen
las tierras sedientas donde te miro
y tú me miras.
De la obra de la autora, “Reverso Calamitas”.
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