sábado, 27 de junio de 2009

A nosotros no nos mira nadie, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz

Los dioses valen menos
que las banderas.

Yo expreso
que mienten quienes dicen ayunar,
para compensar la furia
que a los dioses provocan,
los pecados de los ateos
(qué dios adoran éstos,
sino la osadía objetiva,
subjetiva intuición,
libertad, en definitiva).

Sin dioses no hay ley,
más que la norma de ser honestos,
valientes, débiles o sinceros,
sin miedo al puñal eterno
y golpes de pecho
con transacciones de rezos.

Qué guía es para ti
encender velas a ciegas;
que a culpas tu frente rompa
un muro de piedra.
Tener alfombra o suelo,
lucir pañuelo
o cabello al viento.
Lugar de exclamaciones;
considerar impurezas
células muertas.
Pasear estatuas espantadas
de dolor y tintada sangre.
Qué giro el sol y la luna tengan.

Ese pensar que te acechan dioses
para no matar, mentir, traicionar,
robar, ir por delante del pecado,
si al hacerlo te absuelve el rezo
a una figura sin existencia,
que no puede contestar.

A nosotros no nos mira nadie.
Sólo el valor ajeno
si nuestras palabras
van por delante nuestro.
Un respeto por la vida
sin miedo al fuego o cielo.
Un acierto en la igualdad
de líneas, tierras, géneros.
Alimentos que nada digan
de tu dios,
del dios de otro
o de ninguno,
sino exterminar pobreza
usando lo que vemos,
sin más premio
que alcanzarlo.

Los dioses valen menos
que las banderas,
(éstas pierden
el miedo al gran ojo
y a los tronos en reserva,
y no entienden de rodillas
para conformarse).

Y los pasos de sus siervos,
libres del terror a su dios,
es su expresión
de si vale o no,
creerlos,
y que tomen cuerpo.

Del “Cuaderno de Marta Antonia”, “Cuadernos de Penélope”.

viernes, 19 de junio de 2009

Vivir de milagro, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


Un error marcó
la historia de la Humanidad.
Dos milagros se cruzaron
en la balanza del mundo:
el pan y el vino.

El pan de cada día,
quedó en blando y duro.
El duro para los pobres,
que ablandan con sudor,
y para los ricos el tierno,
que riegan de lágrimas duras
cuando baja Wall Street.

El vino de cada día,
lo beben dulce los ricos,
haciendo un brindis de Bohemia
en grandes celebraciones;
el agrio es para los pobres,
que tragan con alegría
la uva sombría,
en bodas y pocas ocasiones.

A merced del capitalismo transgénico,
resistente a las plagas de protestas,
los milagros cruzados llenan arcas
de gobiernos ricos y potentes.

Y nos dicen que el vino agrio
dulce se ha tornado,
y el pan duro recién horneado.

Pero los ricos, ricos son engordados,
y más pobres los pobres embriagados.

Mientras los ricos rezan
para que la luz no estropee su vino,
el pobre reza
a la espera del milagro
de la leche,
para remojar en ella su mendrugo.

De los peces, no se supo.

Del “Cuaderno de Marta Antonia”, “Cuadernos de Penélope”.

viernes, 12 de junio de 2009

Pasa a la acción, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


No te detengas ante el huracán,
ni el nubarrón que te persiga
llamándote por tu nombre,
tu raza, tu edad,
tu género, estado civil,
tu situación.

Si tocas las fronteras
que te impiden sobrepasar
tu limitado espacio,
verás que sola
podrás con todos los pasos
avanzar, luchar, soñar,
volar,
el mundo es más grande
que el universo
que ni puedes pisar.

El miedo no es más
que una orden insuflada al nacer,
cuyo sello te señala cobarde
en un papel firmado
con garabatos de nadie.

Échale viento a tus alas.

Desvíate de las sendas
que te obliguen a andar
caminos ajenos
que ni tenías pensados.

Cierra tus oídos a los juicios
de voces apresadas
que te dibujan la vereda,
la religión, las ideas,
la explotación,
el orden de éstas
y sus preferencias.

Y pasa a la acción,
a vivir bajo tu mandato,
tu ley de pies y manos.
Firma tu camino
con la huella de tu palabra
más valiosa y pensada.

Porque el empuje de tu libertad,
es tu vuelo más cierto.

Del “Cuaderno de Marta Antonia”, “Cuadernos de Penélope”.

jueves, 4 de junio de 2009

Conclusiones imaginativas, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz

Tú eres indio
yo soy blanca,

qué es ser indio
qué es ser blanca,
no entiendo nada,

si tú fueses blanco
y yo fuese india
dime entonces
qué seríamos,
sino india y blanco,

sigo sin entender nada,

tú eres blanco
yo soy india,

pero dijiste
tú eres indio
yo soy blanca,
me estoy liando,

yo soy blanco
tú eres india,

a ver si nos aclaramos,

tú eres india
yo soy blanco...

De la obra de la autora, "Recuerdos y otros inventos”.