El tiempo borra la tinta
la expande como nubes de otoño
en el papel herido,
cálidamente,
entre sueños
adioses y delirios,
dónde se irán las sílabas
y las tildes manchadas
de pensamientos,
entre azules y blancos
anda la vida del poeta,
sentado en el ensueño
recuerda el tiempo que yace
en el papel del ayer,
el tiempo borra la tinta
de los que escriben sintiendo
y los encamina a recordar
que todo lo vivido no fue más
que una verdad escrita,
aquella que los refuerza
a golpe de consonante
donde el sentimiento
los alimenta de esfuerzo,
nada puede hundir
a quien sabe cómo la tinta se borra
quedando el tiempo vigente,
la fortaleza que permita
continuar más allá de la letra adversa,
y observa cómo en el membrillo
se posa el gorrión hambriento,
y echa el pan bajo la lluvia
o en la niebla azul del poema,
mientras el mundo gigante
se alimenta de perversión,
el poeta queda al margen
al abrigo de su tinta borrada
en las alas de salvarse a tiempo.
la expande como nubes de otoño
en el papel herido,
cálidamente,
entre sueños
adioses y delirios,
dónde se irán las sílabas
y las tildes manchadas
de pensamientos,
entre azules y blancos
anda la vida del poeta,
sentado en el ensueño
recuerda el tiempo que yace
en el papel del ayer,
el tiempo borra la tinta
de los que escriben sintiendo
y los encamina a recordar
que todo lo vivido no fue más
que una verdad escrita,
aquella que los refuerza
a golpe de consonante
donde el sentimiento
los alimenta de esfuerzo,
nada puede hundir
a quien sabe cómo la tinta se borra
quedando el tiempo vigente,
la fortaleza que permita
continuar más allá de la letra adversa,
y observa cómo en el membrillo
se posa el gorrión hambriento,
y echa el pan bajo la lluvia
o en la niebla azul del poema,
mientras el mundo gigante
se alimenta de perversión,
el poeta queda al margen
al abrigo de su tinta borrada
en las alas de salvarse a tiempo.