martes, 18 de agosto de 2009

Partida en dos materias, de Marta Antonia Sampedro y fotografía de Rafael Cruz


A veces, antes de dormir,
cuando las rodillas tocan vientre
y el vientre quiere pecho,
cuando los brazos acogen rostro
y el rostro cobija recuerdos
y se ven tan claros los ojos de los otros
en la oscuridad y los techos blancos,

a veces una piensa buscando el sueño
Dios mío, será un destino continuo
esta rigidez madura que me adviertes,
tendrás la santa impaciencia de recordarme
cada noche
cuántos momentos se pierden
irremediables y malditos
de letra y sangres,

que seas capaz de asignarme
muerte en el cuerpo
y vida en la mente,
partirme en dos materias.

¿Saberme piedra de cristal
y yerba regada y fresca,
árbol de desierto y pájaro en la cima,
nube de cemento y lluvia tibia?

Dios mío... ¿estás?

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